Una gráfica que puede ejemplificar la pendiente de una recta, es la que representa un automóvil queriendo subir una rampa. Como se ve en el dibujo de la derecha.
martes, 17 de noviembre de 2009
EL INTERNET
Internet es un conjunto descentralizado de redes de comunicación interconectadas, que utilizan la familia de protocolos TCP/IP, garantizando que las redes físicas heterogéneas que la componen funcionen como una red lógica única, de alcance mundial. Sus orígenes se remontan a 1969, cuando se estableció la primera conexión de computadoras, conocida como ARPANET, entre tres universidades en California y una en Utah, Estados Unidos.
Uno de los servicios que más éxito ha tenido en Internet ha sido la World Wide Web (WWW, o "la Web"), hasta tal punto que es habitual la confusión entre ambos términos. La WWW es un conjunto de protocolos que permite, de forma sencilla, la consulta remota de archivos de hipertexto. Ésta fue un desarrollo posterior (1990) y utiliza Internet como medio de transmisión.
Existen, por tanto, muchos otros servicios y protocolos en Internet, aparte de la Web: el envío de correo electrónico (SMTP), la transmisión de archivos (FTP y P2P), las conversaciones en línea (IRC), la mensajería instantánea y presencia, la transmisión de contenido y comunicación multimedia -telefonía (VoIP), televisión (IPTV)-, los boletines electrónicos (NNTP), el acceso remoto a otras máquinas (SSH y Telnet) o los juegos en línea.
El género de la palabra Internet es ambiguo, según el Diccionario de la Real Academia Española.[FUENTE
http://es.wikipedia.org/wiki/Internet
Uno de los servicios que más éxito ha tenido en Internet ha sido la World Wide Web (WWW, o "la Web"), hasta tal punto que es habitual la confusión entre ambos términos. La WWW es un conjunto de protocolos que permite, de forma sencilla, la consulta remota de archivos de hipertexto. Ésta fue un desarrollo posterior (1990) y utiliza Internet como medio de transmisión.
Existen, por tanto, muchos otros servicios y protocolos en Internet, aparte de la Web: el envío de correo electrónico (SMTP), la transmisión de archivos (FTP y P2P), las conversaciones en línea (IRC), la mensajería instantánea y presencia, la transmisión de contenido y comunicación multimedia -telefonía (VoIP), televisión (IPTV)-, los boletines electrónicos (NNTP), el acceso remoto a otras máquinas (SSH y Telnet) o los juegos en línea.
El género de la palabra Internet es ambiguo, según el Diccionario de la Real Academia Española.[FUENTE
http://es.wikipedia.org/wiki/Internet
lunes, 16 de noviembre de 2009
MI CONFRONTACIÓN CON LA DOCENCIA
Que tal compañeros, me voy permitir comentar con ustedes, que mi primera profesión es Licenciado en Pedagogía con especialidad en ganadería; pero que también soy Ingeniero agrónomo.
Estudié el bachillerato en una escuela agropecuaria, y que en ese entonces yo tenía deseos de estudiar, alguna de estas tres carreras: Médico Veterinario Zootecnista, Arquitecto o ser maestro de preparatoria. No pude estudiar ninguna de las dos primeras, ya que se requería de un bachillerato general y yo tenía un bachillerato tecnológico por lo cual la Universidad no me aceptó. De esta manera tuve que viajar hasta el estado de Guanajuato para estudiar la carrera. Al concluir los estudios me otorgan una plaza de medio tiempo en una escuela agropecuaria del nivel medio superior, en el estado de Chiapas. De esta manera me inicio como profesor.
Considero que la persona que se desempeña como profesor, debe tomarlo como un apostolado y debe ser un ejemplo dentro y fuera de la escuela.
Ser docente de educación media superior por 25 años, ha significado para mi un aprendizaje continuo, como persona y como profesionista y que a lo largo de este tiempo me ha dejado muchas satisfacciones iguales al número de profesionistas que actualmente son mis ex-alumnos, sumándole al número de personas que no lograron ser profesionista pero que son gente de bien conformando una familia, incorporada plenamente a la sociedad. Tuve alumnos que no lograron ninguna de estas dos situaciones, por más empeño que como docente le puse, aún sabiendo que hay situaciones ajenas a mi voluntad, me dejan una gran insatisfacción.
Estudié el bachillerato en una escuela agropecuaria, y que en ese entonces yo tenía deseos de estudiar, alguna de estas tres carreras: Médico Veterinario Zootecnista, Arquitecto o ser maestro de preparatoria. No pude estudiar ninguna de las dos primeras, ya que se requería de un bachillerato general y yo tenía un bachillerato tecnológico por lo cual la Universidad no me aceptó. De esta manera tuve que viajar hasta el estado de Guanajuato para estudiar la carrera. Al concluir los estudios me otorgan una plaza de medio tiempo en una escuela agropecuaria del nivel medio superior, en el estado de Chiapas. De esta manera me inicio como profesor.
Considero que la persona que se desempeña como profesor, debe tomarlo como un apostolado y debe ser un ejemplo dentro y fuera de la escuela.
Ser docente de educación media superior por 25 años, ha significado para mi un aprendizaje continuo, como persona y como profesionista y que a lo largo de este tiempo me ha dejado muchas satisfacciones iguales al número de profesionistas que actualmente son mis ex-alumnos, sumándole al número de personas que no lograron ser profesionista pero que son gente de bien conformando una familia, incorporada plenamente a la sociedad. Tuve alumnos que no lograron ninguna de estas dos situaciones, por más empeño que como docente le puse, aún sabiendo que hay situaciones ajenas a mi voluntad, me dejan una gran insatisfacción.
Etiquetas:
bachillerato,
docente,
profesion
MI AVENTURA DE SER DOCENTE
Tras veinticinco años de recorrido profesional, el autor afirma que se aprende a ser profesor por ensayo y por error. En el camino deben sortearse distintas dificultades, como elaborar tu propia identidad profesional, dominar las técnicas básicas para ser un buen interlocutor, resolver el problema de la disciplina y adaptar los contenidos al nivel de conocimiento del alumnado.
__________________________________________________________________________
La enseñanza es una profesión ambivalente. En ella te puedes aburrir soberanamente, y vivir cada clase con una profunda ansiedad; pero también puedes estar a gusto, rozar cada día el cielo con las manos, y vivir con pasión el descubrimiento que, en cada clase, hacen tus alumnos.
Como casi todo el mundo, yo me inicié en la enseñanza con altas dosis de ansiedad; quizás porque, como he escrito en otra parte, nadie nos enseña a ser profesores y tenemos que aprenderlo nosotros mismos por ensayo y error. Aún me acuerdo de mi primer día de clase: toda mi seguridad superficial se fue abajo al oír una voz femenina a mi espalda: “¡Qué cara de crío. A éste nos lo comemos!”. Aún me acuerdo de mi miedo a que se me acabara la materia que había preparado para cada clase, a que un alumno me hiciera preguntas comprometidas, a perder un folio de mis apuntes y no poder seguir la clase... Aún me acuerdo de la tensión diaria para aparentar un serio academicismo, para aparentar que todo estaba bajo control, para aparentar una sabiduría que estaba lejos de poseer...
Luego, con el paso del tiempo, corrigiendo errores y apuntalando lo positivo, pude abandonar las apariencias y me gané la libertad de ser profesor: la libertad de estar en clase con seguridad en mí mismo, con un buen conocimiento de lo que se puede y lo que no se puede hacer en una clase; la libertad de decir lo que pienso, de ensayar nuevas técnicas para explicar un tema, de cambiar formas y modificar contenidos. Y con la libertad llegó la alegría: la alegría de sentirme útil a los demás, la alegría de una alta valoración de mi trabajo, la alegría por haber escapado a la rutina convirtiendo cada clase en una aventura y en un reto intelectual.
Pensar y sentir
El camino y la meta me los marcó Unamuno en una necrológica de Giner de los Ríos, leída por azar en el Boletín de la Institución Libre de Enseñanza: “Era tan hombre y tan maestro, y tan poco profesor -el que profesa algo-, que su pensamiento estaba en continua y constante marcha, mejor aun, conocimiento... y es que no escribía lo ya pensado, sino que pensaba escribiendo como pensaba hablando, pensaba viviendo, que era su vida pensar y sentir y hacer pensar y sentir”.
”Era su vida pensar y sentir y hacer pensar y sentir”... Miguel de Unamuno y su preocupación por enlazar pensamiento y sentimiento... Nunca encontré una mejor definición del magisterio: dedicar la propia vida a pensar y sentir, y a hacer pensar y sentir; ambas cosas juntas. Muchos colegas coinciden en este punto. Mª Carmen Díez, desde la escuela primaria, expresa así su visión actual de la enseñanza: “ahora entiendo la escuela como un sitio adonde vamos a aprender, donde compartimos el tiempo, el espacio y el afecto con los demás; donde siempre habrá alguien para sorprenderte, para emocionarte, para decirte al oído algún secreto magnífico”. Fernando Corbalán, un profesor de secundaria, tras hablarnos de que en clase tenemos que divertirnos, buscar el ansia de saber y propiciar una atmósfera de investigación, concluye: “Y no se piense que sólo se abre la mente a los alumnos. También la del profesor se expande y se llena de nuevos matices y perspectivas más amplias, y funciona la relación enriquecedora en los dos sentidos. Mi experiencia, al menos, me dice que algunos de los juegos y problemas con los que he disfrutado, y que sigo utilizando, han tenido su origen en la dinámica de la clase... Y cuando se crea esa atmósfera mágica en clase, con los fluidos intelectuales en movimiento, pocas actividades hay más placenteras”.
__________________________________________________________________________
La enseñanza es una profesión ambivalente. En ella te puedes aburrir soberanamente, y vivir cada clase con una profunda ansiedad; pero también puedes estar a gusto, rozar cada día el cielo con las manos, y vivir con pasión el descubrimiento que, en cada clase, hacen tus alumnos.
Como casi todo el mundo, yo me inicié en la enseñanza con altas dosis de ansiedad; quizás porque, como he escrito en otra parte, nadie nos enseña a ser profesores y tenemos que aprenderlo nosotros mismos por ensayo y error. Aún me acuerdo de mi primer día de clase: toda mi seguridad superficial se fue abajo al oír una voz femenina a mi espalda: “¡Qué cara de crío. A éste nos lo comemos!”. Aún me acuerdo de mi miedo a que se me acabara la materia que había preparado para cada clase, a que un alumno me hiciera preguntas comprometidas, a perder un folio de mis apuntes y no poder seguir la clase... Aún me acuerdo de la tensión diaria para aparentar un serio academicismo, para aparentar que todo estaba bajo control, para aparentar una sabiduría que estaba lejos de poseer...
Luego, con el paso del tiempo, corrigiendo errores y apuntalando lo positivo, pude abandonar las apariencias y me gané la libertad de ser profesor: la libertad de estar en clase con seguridad en mí mismo, con un buen conocimiento de lo que se puede y lo que no se puede hacer en una clase; la libertad de decir lo que pienso, de ensayar nuevas técnicas para explicar un tema, de cambiar formas y modificar contenidos. Y con la libertad llegó la alegría: la alegría de sentirme útil a los demás, la alegría de una alta valoración de mi trabajo, la alegría por haber escapado a la rutina convirtiendo cada clase en una aventura y en un reto intelectual.
Pensar y sentir
El camino y la meta me los marcó Unamuno en una necrológica de Giner de los Ríos, leída por azar en el Boletín de la Institución Libre de Enseñanza: “Era tan hombre y tan maestro, y tan poco profesor -el que profesa algo-, que su pensamiento estaba en continua y constante marcha, mejor aun, conocimiento... y es que no escribía lo ya pensado, sino que pensaba escribiendo como pensaba hablando, pensaba viviendo, que era su vida pensar y sentir y hacer pensar y sentir”.
”Era su vida pensar y sentir y hacer pensar y sentir”... Miguel de Unamuno y su preocupación por enlazar pensamiento y sentimiento... Nunca encontré una mejor definición del magisterio: dedicar la propia vida a pensar y sentir, y a hacer pensar y sentir; ambas cosas juntas. Muchos colegas coinciden en este punto. Mª Carmen Díez, desde la escuela primaria, expresa así su visión actual de la enseñanza: “ahora entiendo la escuela como un sitio adonde vamos a aprender, donde compartimos el tiempo, el espacio y el afecto con los demás; donde siempre habrá alguien para sorprenderte, para emocionarte, para decirte al oído algún secreto magnífico”. Fernando Corbalán, un profesor de secundaria, tras hablarnos de que en clase tenemos que divertirnos, buscar el ansia de saber y propiciar una atmósfera de investigación, concluye: “Y no se piense que sólo se abre la mente a los alumnos. También la del profesor se expande y se llena de nuevos matices y perspectivas más amplias, y funciona la relación enriquecedora en los dos sentidos. Mi experiencia, al menos, me dice que algunos de los juegos y problemas con los que he disfrutado, y que sigo utilizando, han tenido su origen en la dinámica de la clase... Y cuando se crea esa atmósfera mágica en clase, con los fluidos intelectuales en movimiento, pocas actividades hay más placenteras”.
Etiquetas:
aprendizaje,
aventura,
docente,
profesor
domingo, 15 de noviembre de 2009
LOS SABERES DE MIS ESTUDIANTES
Después de haber averiguado entre mis alumnos para que utilizan el internet, ellos contestaron que lo utilizan para: bajar música, videos, información, subir o bajar fotografías, chatear, enviar información; es decir que lo utilizan como reservorio y como espacio social.
Estos saberes que sobre el internet tienen los estudiantes, los puedo aprovechar (lo he hecho en alguna ocasión), para dirigirlos a páginas web específicas en donde hubiera la información necesaria o algún software específico, para lograr un mejor aprendizaje.
En el caso de la asignatura “geometría analítica” que imparto en este semestre, podrían bajar el software “GRAPHMATICA”, que nos permite elaborar las gráficas de las rectas y las cónicas.
Podríamos recibir sus trabajos digitales a través del E-Mail y regresárselos corregidos, por el mismo conducto.
Desde luego que sobre el manejo del internet, también podemos aprender de los alumnos, ya que cada quién tiene sus propios intereses y busca la página, el archivo, o el software que requiere.
De este modo, empezaremos a encaminar nuestros pasos y el de los alumnos, en el sentido y dirección de la comunidad hacker, compartiendo y construyendo juntos al modo de la sociedad del conocimiento y del aprendizaje como propone Jordi Adell.
Estos saberes que sobre el internet tienen los estudiantes, los puedo aprovechar (lo he hecho en alguna ocasión), para dirigirlos a páginas web específicas en donde hubiera la información necesaria o algún software específico, para lograr un mejor aprendizaje.
En el caso de la asignatura “geometría analítica” que imparto en este semestre, podrían bajar el software “GRAPHMATICA”, que nos permite elaborar las gráficas de las rectas y las cónicas.
Podríamos recibir sus trabajos digitales a través del E-Mail y regresárselos corregidos, por el mismo conducto.
Desde luego que sobre el manejo del internet, también podemos aprender de los alumnos, ya que cada quién tiene sus propios intereses y busca la página, el archivo, o el software que requiere.
De este modo, empezaremos a encaminar nuestros pasos y el de los alumnos, en el sentido y dirección de la comunidad hacker, compartiendo y construyendo juntos al modo de la sociedad del conocimiento y del aprendizaje como propone Jordi Adell.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)